martes, 18 de noviembre de 2008

La población de Muluncay II

Efectivamente el 20 de julio de 1944, previamente convocados se reúnen 39 ciudadanos hombres y mujeres, asesorados por el Reverendo Vicario de Zaruma, Alonso Zárate, Ing. Flavio Estupiñán y el cura Carlos Miguel Vaca, párroco de Ayapamba, que después de escuchar sus elocuentes palabras, resuelven organizar el Comité Central , nombrando como Presidente al señor Juan Francisco Aguilar Cabrera , Secretario el señor Luis Jacinto Aguilar Peñaloza, que certifica todos estos hechos en las 50 actas del libro de Secretaría , los demás miembros y coordinadores.
La primera misión del Comité es la construcción de la iglesia como principio y puntal poblacional en un terreno donado por el altruista coterráneo Juan Aguilar Armijos , consistente en una hectárea de terreno para la edificación de la iglesia, el espacio para la plaza o parque y las casas a su alrededor de dos pisos y bien presentadas.’ Donación de terreno debidamente escriturado a nombre de la Diócesis de Loja en aquel entonces. (Leer el Libro de Actas ).
El entusiasmo y la entrega solidaria es la nota más sobresaliente en la edificación de la iglesia: desbroce del terreno, terraplén del solar, aserrada y acarreo de la madera, clavado de puntales, paredes, techo de tejas y piso de madera ,hacen que la inauguración de la primera piedra se haga el 28 de agosto de 1 945 , a cargo del reverendo sacerdote Carlos Miguel Vaca; al mismo tiempo que se hacían los trámites para la confección de la Santísima Virgen de Monsserrat en los talleres de San Antonio de Ibarra , gracias al altruismo del señor Baltazar Castro que donó la cantidad de $ 1000,oo sucres , más la colaboración del Comité femenino.
En los años venideros la iglesia está concluida, de acuerdo a los planos elaborados por el Ing. Flavio Estupiñán, al mismo tiempo que se construyen las primeras casas en su orden : Baltazar Castro Ramírez, Honorato Peñaloza Blacio, Raúl Aguilar, Juan Aguilar Armijos, Juan Francisco Aguilar, Teófilo Peñaloza etc. etc.
A continuación me permito hacer un listado de personajes muluncayenses, que por su patriotismo, carisma y falencias hicieron la vida misma de Muluncay desde sus orígenes hasta el presente:
Juan Aguilar Armijos, envejecido por el tiempo, las circunstancias y la enfermedad, se apoyaba en su bastón para caminar, le sorprendió la muerte en la década del 70-; dueño de muchas tierras en Artesones, Huertas y Muluncay.
José Espiritu Aguilar Blacio (PASHPIRO), casado con la señora Aurora Cabrera, dejando mucha descendencia en su larga vida.-Muy anciano y sin poder caminar dejó de existir para yacer en el cementerio local.
Baltazar Castro Ramírez, hijo de don Joaquín Castro, cuya vivienda, que aún existe, construida en el año de 1 939 en el camino que conduce al Rodeo, con cuadros pictóricos de Simón Bolívar.- Un gran carpintero constructor de la iglesia, la escuela y su casa en una esquina superior del actual parque.- Falleció de un inesperado infarto cuando sobrepasaba los ochenta años
Benjamín Peñaloza Blacio, agricultor y ganadero, a cuyos trabajos dedicó toda su vida, sin escatimar esfuerzos ni sacrificios; murió a la edad promedio de 80años.
Juan Francisco Aguilar Cabrera.- Un verdadero líder y patriota, que a más d ejercer la presidencia del Comité Central 20 de Julio, fundador de la población, así como Presidente del Comité de Padres de Familia de la escuela, fue inclaudicable en sus gestiones y trabajos por superar su pueblo, falleciendo en la ciudad de Machala, su segunda residencia.
Teófilo Peñaloza Blacio, dueño de considerables tierras en el Salado-Huertas; su numerosa y próspera familia dispersa en todo el país lo evocan por su carisma llena de alegría y jocosidad. Un derrame cerebral le quitó la vida para ser sepultado en el cementerio de Portovelo.
Luis Jacinto Aguilar Peñaloza (Papi Lucho ), como generosamente lo conocían todos, fue el Secretario del Comité Central 20 de Julio, que con acierto y meticulosidad supo redactar las 50 actas contenidas en dicho libro.- Su familia supo educar muy bien, pero un paro cardíaco lo llevó a la muerte tempranamente.
Aurora de los Ängeles Castro Torres, la Maestra sin igual, que prestó sus trascendentes y valiosos servicios docentes por el lapso de 42 años, para jubilarse en 1963 y morir cerca de los noventa años en Portovelo.
Manuel Francisco Castro Torres, hijo de don Baltazar Castro, dueño de una numerosa familia que supo educar íntegramente, carpintero por herencia y vocación, infatigable para dialogar sobre hechos poblacionales nacionales y mundiales; luego de una delicada operación en Loja, falleció prematuramente.
Honorato Peñaloza Blacio, un hombre de recia contextura física, amante de su solar nativo, defensor y líder de la iglesia y de la escuela. Su numerosa familia lo llevó a Machala, donde falleció a más de los 90 años, para pedir ser sepultado en el cementerio local.
Celia María Castro de Fernández, hija de don Baltazar Castro, Maestra de muchos kilates como pedagoga, poeta, escritora y periodista, autora de muchos libros dedicados a la niñez, juventud, Zaruma ,al folklor y medio ambiente.-Murió el año 2 007.
Y, así, se podría escribir muchos libros sobre cientos de personales muluncayenses, que hicieron su vida en estos apacibles y hermosos parajes ecuatorianos.

jueves, 13 de noviembre de 2008

La Población de Muluncay I

Muluncay expresión única y muy sonora en toda la zona y fuera de ella, estaba constituido alrededor de una plaza de un hectárea de superficie, con un plaza semipendiente, la iglesia, la escuela y treinta casas promedio de dos plantas, bien estructuradas y funcionales. Las demás muy dispersas y a más de 500 metros de distancia.

Su origen data desde el siglo XIX , ya como recinto , caserío o barrio, extendiéndose desde el río Calera al oeste y el Pocllo y Corredores al este, al norte la quebrada Miranda y al sur el río Muluncay, cruzado por un camino de herradura para dirigirse a la costa o sierra y otro transversal para comunicarse con Minas Nuevas, Arcapamba, Malvas y Zaruma.

Las viviendas, ubicadas cerca de los caminos, de madera, bahareque y tejas, anexadas de una molienda o trapiche para la trituración de la caña y elaborar la panela, raspadura y azúcar criollo.

Las actividades principales de los moradores constituían la agricultura, el arrierismo, la tala de árboles para extraer la madera o para arrancar la cascarilla para su comercialización, a través de infectos caminos, llenos de lodo, produciendo hondos camellones donde caían las acémilas, cuyas huellas se puede observar en el camino a Corredores; en cuyas alturas que sobrepasan los 3 000 metros se producían granizadas como aquellas de Clavelillos que cegaron la vida de Don Manuel Aguilar e Hijo, nativos de Arcapamba.

El arrierismo una de las principales actividades del agro zarumeño en la primera mitad del siglo XX ( Leer Las Escaleras del Profesor Néstor Aguilar Romero ), por todos aquellos que poseían una o más acémilas en asocio de los vecinos e hijos mayores, llevando o trayendo personas, carga y el sin número de materiales de la Compañía americana SADCO en Portovelo; quedando en la mente de pocos ancianos la secuela imborrable de las penalidades y sufrimientos de aquellos malditos viajes como solían decir.

En lo social y comunitario, sus actividades se concretaban a aquellas que planificaba u organizaba la escuela, que se tiene datos desde 1 905, donde se acentuaba la férrea unidad para el arreglo de caminos, apertura, limpieza y mantenimiento de tomas de agua, moliendas y cosechas, celebrando esporádicamente aquellas fiestas del calendario religioso, más los compadrazgos, bautizos, bodas, carnavales, etc.

Al crearse la parroquia civil de Malvas en 1 934, Muluncay queda incorporado como barrio de dicha jurisdicción cantonal, pero en lo eclesiástico perteneciendo a Paccha; por lo que el entierro de los muertos debía hacerse en el cementerio de este último lugar, luego de largas caminatas por tortuosos senderos y crecidos ríos que había que atravesar.

En lo referente al origen de la población de Muluncay, no cabe duda que las primeras ideas, conversaciones y diálogos por constituirse en nuevo poblado debieron darse en aquella escuelita situada junto al camino que conduce al Puente de Buza y regentada por la profesora Aurora Castro, a quién nos permitimos considerarla su verdadera autora allá por el año 1 944.En principio y luego de haber acumulado una cantidad considerable de madera en el sitio llamada EL Ciénego junto a la quebrada de Miranda en asocio con los moradores de Minas Nuevas convinieron formar un mismo pueblo; pero pasado las semanas y por razones desconocidas, en una noche cualquiera los vecinos retiraron toda su madera y decidieron construir independientemente su iglesia . Lo que motivó a los muluncayenses hacer lo mismo