Allí se recibó la noticia de la parroquialización en 1984 y se celebró a lo grande, cuando entré a la adolescencia los bailes se realizaban en el salón principal, con piso y ventanas de madera.
Popularmente el edificio escolar era nombrado como "el volcán", lo cual hasta aun me parece un apodo muy gracioso.
Existe el proyecto de construir un gran salón auditorio para el pueblo, con todas las comodidades y facilidades para poder realizar una conferencia, sesión, reunión o evento.
Ojalá pronto se concrete, pero el recuerdo de tan añorada escual nunca morirá.